lunes, 30 de noviembre de 2015

¿Que significa la corona de adviento para el catolico?


Significado del Adviento: Al celebrar la Iglesia el Adviento, te invita a meditar en la venida del Señor. Esta venida se nos presenta en tres dimensiones:

• Adviento Histórico. Es la espera en que vivieron los pueblos que ansiaban la venida del Salvador. Va desde Adán hasta la encarnación, abarca todo el Antiguo Testamento. Escuchar en las lecturas a los Profetas, nos deja una enseñanza importante para preparar los corazones a la llegada del Señor. Acercarse a esta historia es identificarse con aquellos hombres que deseaban con vehemencia la llegada del Mesías y la liberación que esperaban de él.

• Adviento Místico. Es la preparación moral del hombre de hoy a la venida del Señor. Es un Adviento actual. Es tiempo propicio para la evangelización y la oración que dispone al hombre, como persona, y a la comunidad humana, como sociedad, a aceptar la salvación que viene del Señor. Jesús es el Señor que viene constantemente al hombre. Es necesario que el hombre se percate de esta realidad, para estar con el corazón abierto, listo para que entre el Señor. El Adviento, entendido así, es de suma actualidad e importancia.

• Adviento Escatológico. Es la preparación a la llegada definitiva del Señor, al final de los tiempos, cuando vendrá para coronar definitivamente su obra redentora, dando a cada uno según sus obras. La Iglesia invita al hombre a no esperar este tiempo con temor y angustia, sino con la esperanza de que, cuando esto ocurra, será para la felicidad eterna del hombre que aceptó a Jesús como su salvador.

Esta celebración manifiesta cómo todo el tiempo gira alrededor de Cristo, el mismo ayer, hoy y siempre; Cristo el Señor del tiempo y de la Historia.

Esquema del adviento: Inicia con las vísperas del domingo más cercano al 30 de Noviembre y termina antes de las vísperas de la Navidad. Los domingos de este tiempo se llaman 1°, 2°, 3° y 4° de Adviento. Los días del 16 al 24 de diciembre (la Novena de Navidad) tienden a preparar más específicamente las fiestas de la Navidad.

El color de los ornamentos del altar y la vestidura del sacerdote es el morado, igual que en Cuaresma, que simboliza austeridad y penitencia. Son cuatro los temas que se presentan durante el Adviento:

I Domingo, la vigilancia en espera de la venida del Señor.
Durante esta primer semana las lecturas bíblicas y la predicación son una invitación con las palabras del Evangelio: "Velen y estén preparados, que no saben cuándo llegará el momento".
Es importante que, como familia nos hagamos un propósito que nos permita avanzar en el camino hacia la Navidad; ¿qué te parece si nos proponemos revisar nuestras relaciones familiares? Como resultado deberemos buscar el perdón de quienes hemos ofendido y darlo a quienes nos hayan ofendido para comenzar el Adviento viviendo en un ambiente de armonía y amor familiar. Desde luego, esto deberá ser extensivo también a los demás grupos de personas con los que nos relacionamos diariamente, como la escuela, el trabajo, los vecinos, etc. Esta semana, en familia al igual que en cada comunidad parroquial, encenderemos la primer vela de la Corona de Adviento, color morada, como signo de vigilancia y deseos de conversión.

II Domingo, la conversión, nota predominante de la predicación de Juan Bautista.
Durante la segunda semana, la liturgia nos invita a reflexionar con la exhortación del profeta Juan Bautista: "Preparen el camino, Jesús llega" y, ¿qué mejor manera de prepararlo que buscando ahora la reconciliación con Dios? En la semana anterior nos reconciliamos con las personas que nos rodean; como siguiente paso, la Iglesia nos invita a acudir al Sacramento de la Reconciliación (Confesión) que nos devuelve la amistad con Dios que habíamos perdido por el pecado. Encenderemos la segunda vela morada de la Corona de Adviento, como signo del proceso de conversión que estamos viviendo.
Durante esta semana puedes buscar en los diferentes templos que tienes cerca, los horarios de confesiones disponibles, para que cuando llegue la Navidad, estés bien preparado interiormente, uniéndote a Jesús y a los hermanos en la Eucaristía.

III Domingo, el testimonio, que María, la Madre del Señor, vive, sirviendo y ayudando al prójimo.
Coincide este domingo con la celebración de la Virgen de Guadalupe, y precisamente la liturgia de Adviento nos invita a recordar la figura de María, que se prepara para ser la Madre de Jesús y que además está dispuesta a ayudar y servir a quien la necesita. El evangelio nos relata la visita de la Virgen a su prima Isabel y nos invita a repetir como ella: "Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme?.
Sabemos que María está siempre acompañando a sus hijos en la Iglesia, por lo que nos disponemos a vivir esta tercer semana de Adviento, meditando acerca del papel que la Virgen María desempeñó. Te proponemos que fomentes la devoción a María, rezando el Rosario en familia, uno de los elementos de las tradicionales posadas, que inician el próximo día 16. Encendemos como signo de espera gozosa, la tercer vela, color rosa, de la Corona de Adviento.


IV Domingo, el anuncio del nacimiento de Jesús hecho a José y a María.
Las lecturas bíblicas y la predicación, dirigen su mirada a la disposición de la Virgen María, ante el anuncio del nacimiento de su Hijo y nos invitan a "Aprender de María y aceptar a Cristo que es la Luz del Mundo". Como ya está tan próxima la Navidad, nos hemos reconciliado con Dios y con nuestros hermanos; ahora nos queda solamente esperar la gran fiesta. Como familia debemos vivir la armonía, la fraternidad y la alegría que esta cercana celebración representa. Todos los preparativos para la fiesta debieran vivirse en este ambiente, con el firme propósito de aceptar a Jesús en los corazones, las familias y las comunidades. Encendemos la cuarta vela color morada, de la Corona de Adviento.

Corona de Adviento:
• Origen. La Corona de Adviento con sus cuatro velas es un símbolo tradicional de Alemania difundido por todo el mundo. Representaba el ruego para que el dios-sol regresara con su luz y calor durante el invierno. Los cristianos luteranos, al ver en Jesucristo el origen de la vida y luz espiritual, adoptaron este símbolo para expresar y vivir su fe en torno a la persona del Mesías.

• Significado. El círculo de follaje verde, recuerda la eternidad de Dios y nos hace pensar en los miles de años de espera del Mesías, desde Adán hasta su nacimiento y, en la actual espera de la segunda venido de Cristo. El color verde significa la esperanza de la vida.

Las cuatro velas que se colocan alrededor, significan la luz que disipan las tinieblas del pecado, son tres de color morado, que hablan del deseo de conversión y una rosa que habla de la alegría vivida con María, por la inminente llegada de Jesús.

La vela blanca del centro es la Luz de Jesús que con su nacimiento, viene a iluminar definitivamente la vida del hombre.


• Celebración. Es una costumbre que reúne a la familia, pues es allí en donde se sugiere la celebración. La familia unida hace una oración en torno a la corona, con alguna meditación alusiva a las lecturas dominicales; se enciende una vela cada semana cantando algo que hable de la espera del Salvador. La noche del 24 de diciembre con las cuatro velas encendidas, se enciende por último la vela blanca cantando villancicos y se "acuesta al niño Jesús" en el nacimiento, como de costumbre, desde luego después de haber leído el Evangelio del relato del Nacimiento en Belén y de haber hecho una reflexión y oración todos juntos. Generalmente en los templos se reparten hojas con oraciones sugeridas para esta celebración.


Nuestra preparación:
Nuestra preparación no tiene que ser sólo litúrgica, sino también espiritual y moral. Llama a la conversión del corazón y a la renovación de vida.
El tiempo de Adviento no es un tiempo de penitencia al estilo de la cuaresma, que busca la conversión por el hecho de conocer el sacrificio de Jesús por nosotros en la cruz. El Adviento es el tiempo favorable para emprender un cambio del corazón y para dar un nuevo y decisivo paso en nuestro caminar espiritual, es conversión como preparación por la espera de Jesús.


La figura de San Juan Bautista destaca de manera especial en adviento. Es un compañero ideal, austero y gozoso a la vez. Su vida fue penitente en grado sumo, pero no resuena en ella nota alguna de tristeza. Como heraldo y precursor del Señor, se regocijo al escuchar la voz de Jesús. Este es el único capaz de sacarnos de nuestra propia complacencia. "¡Arrepentíos, el reino de los cielos está cerca!", gritaba.
La venida espiritual


En Cristo, el Hijo eterno, Dios ha aparecido entre nosotros en forma humana. E intenta entrar en lo más íntimo de nuestras vidas, a fin de compartir su vida con nosotros. Él está a la puerta y llama, pero jamás forzará la entrada. La puerta que da acceso a nuestros corazones sólo puede ser abierta desde dentro.
Fue San Bernardo quien conectó esta venida espiritual de Cristo con el Adviento. En sus sermones para este tiempo habla de tres venidas de Nuestro Señor: su venida que tuvo lugar ya en el nacimiento, su futura venida en la gloria y su venida espiritual, que pertenece al presente. De esta última dice: "Esta venida intermedia es como la senda por la que pasa de la primera a la última: en la primera, Cristo fue nuestra redención; en la última, aparecerá como nuestra vida; en ésta es nuestro descanso y nuestro consuelo".
Dos venidas entrelazadas
En Navidad celebramos la venida en un momento concreto. Esto no plantea una dificultad especial. Pero hay otra perspectiva, la del futuro, la del retorno de Cristo en gloria al final de los tiempos. Y aquí pude asaltarnos la dificultad. ¿Cómo hay que armonizar estos diversos aspectos?
Tal vez nos sorprenda y nos preguntemos por la conexión existente entre la venida de Cristo que aconteció hace más de dos mil años y su retorno futuro, en una fecha conocida sólo por el Padre.
Pero si reflexionamos, descubrimos que estas dos "venidas" están relacionadas entre sí y se complementan recíprocamente. Se las puede ver como dos fases o aspectos del único misterio de salvación.
Los padres de la Iglesia, fieles a la Escritura, no disociaron estas dos venidas, sino que las consideraron conjuntamente y hablaron de ellas sin separar una de la otra. San Cirilo de Jerusalén decía: "Anunciamos la venida de Cristo, pero no una sola -dice-, sino también una segunda, mucho más magnífica que la anterior". Y continúa con la contraposición de estas dos venidas: "En la primera venida fue envuelto con pajas en el pesebre; en la segunda se revestirá de luz como vestidura. En la primera soportó la cruz, sin mido a la ignominia; en la otra vendrá glorificado y escoltado por un ejército de ángeles".
El término mismo "adviento" admite una doble significación. Puede significar tanto una venida que ha tenido ya lugar como otra que es esperada aún: presencia y espera. En el Nuevo Testamento, la palabra griega equivalente es "parousia", que puede traducirse por venida o llegada, pero que se refiere más frecuentemente a la segunda venida de Cristo, al día del Señor.


No podemos proyectarnos a los tiempos del Antiguo Testamento, como si esperásemos todavía un Mesías y un salvador. La prolongada noche de la espera ha pasado ya. Nos encontramos en la plenitud de los tiempos. La Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros. Es Emmanuel, "Dios con nosotros". Pero a pesar de todo esto, la Iglesia continua aguardando y esperando. Ella espera y ansía la plenitud de la venida de Cristo. El mundo ha sido redimido, pero la historia de la redención continúa. Y continuará hasta que Cristo, el Señor, termine su tarea. El reino de Dios no ha sido establecido aún de manera plena, y la obra de extender el reino de Cristo en la tierra tiene que continuar.


Tiempo de esperanza
La Iglesia es más consciente de que su esperanza descansa en el futuro. Ella mira hacia delante, hacia la restauración de todas las cosas en Cristo, a unos nuevos cielos y una nueva tierra. Sólo entonces alcanzará ella su perfección plena.


Ciertamente, es muy difícil practicar la esperanza en los tiempos que vivimos. Muchísimas son las cosas que militan en su contra: las críticas y ataques a la fe, los valores morales en declive, el materialismo, la secularización se vienen a la alza. Hablando humanamente, hay poquísimos motivos para la esperanza; pro la esperanza cristiana no se basa en meras consideraciones humanas, sino en la bondad y el poder de Dios.
Como pueblo de Dios, tenemos que poner lo que está de nuestra parte para la construcción de un mundo mejor y para preparar un camino al Señor. Ambas tareas son inseparables.


"Vigilar y orar"
La vigilancia es una virtud importante, pero bastante descuidada. Vigilar significa vivir en el pensamiento de la segunda venida de Cristo. Debería ser una actitud de mente constante, que gobernará toda nuestra conducta. Una virtud para todo momento, pero especialmente apropiada durante el Adviento.
Si estamos dispuestos y preparados en todo momento para servir a nuestros prójimos y a Dios, entonces estamos practicando la vigilancia; estamos al acecho de Cristo.
Esta actitud de vigilancia no es algo ansiosa, sino paciente y pacífica; pero es, al mismo tiempo, una postura de alerta.
"Somos más fuertes cuando esperamos que cuando poseemos. Cuando poseemos a Dios (o creemos poseerlo), lo reducimos a aquella pequeña cosa que conocemos y captamos de él, y lo convertimos en un ídolo... pero si sabemos que no le conocemos y si esperamos que él se nos dé a conocer, entonces somos captados, conocidos y poseídos 

LA VIRGEN SUEÑA CAMINOS Y EL SIGNIFICADO DEL ADVIENTO.

Comienzo: El Adviento es el comienzo del Año Litúrgico y empieza en domingo

Término: Adviento viene de adventus, venida, llegada, próximo al 30 de noviembre y termina el 24 de diciembre. Forma una unidad con la Navidad y la Epifanía.

Color: La Liturgia en este tiempo es el morado.

Sentido: El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor. 

Duración: 4 semanas

Partes: Se puede hablar de 2 partes del Adviento:

a) desde el primer domingo al día 16 de diciembre, con marcado carácter escatológico, mirando a la venida del Señor al final de los tiempos;

b) desde el 17 de diciembre al 24 de diciembre, es la llamada "Semana Santa" de la Navidad, y se orienta a preparar más explícitamente la venida de Jesucristo en las historia, la Navidad.

Personajes: Las lecturas bíblicas de este tiempo de Adviento están tomadas sobre todo del profeta Isaías (primera lectura), también se recogen los pasajes más proféticos del Antiguo Testamento señalando la llegada del Mesías. Isaías, Juan Bautista y María de Nazaret son los modelos de creyentes que la Iglesias ofrece a los fieles para preparar la venida del Señor Jesús                                                                                       Es también un tiempo propicio para reflexionar sobre el amor de Dios y PREPARARnuestro espíritu para recibir en nuestro corazón al Rey de reyes, Jesucristo, con una gran fiesta a la que llamamos Navidad. 

Esta fiesta es tan importante para los cristianos que la Iglesia, antes de celebrarla, prepara a sus hijos durante el período conocido como Adviento. Ya desde tiempos remotos la Iglesia acostumbra tener esta preparación.

Al igual que se prepara la casa para recibir a un invitado muy especial y celebrar su estancia con nosotros, durante los cuatro domingos que anteceden a la fiesta de Navidad, los cristianos preparan su alma para recibir a Cristo y celebrar con Él su presencia entre nosotros.

En este tiempo es muy característico pensar: ¿cómo vamos a celebrar la Noche Buena y el día de Navidad? ¿con quien vamos a disfrutar estas fiestas? ¿qué vamos a regalar? Pero todo este AJETREO NO TIENE SENTIDO si no consideramos que CRISTO ES EL FESTEJADO a quien tenemos que acompañar y agasajar en este día.

Cristo quiere que le demos lo más preciado que tenemos: nuestra propia vida;
 por lo que el período de Adviento nos sirve para preparar ese regalo que Jesús quiere, es decir,el adviento es un tiempo para tomar conciencia de lo que vamos a celebrar y dePREPARACION ESPIRITUAL.


Durante el Adviento los cristianos renuevan el deseo de recibir a Cristo por medio de la ORACION, EL SACRIFICIO, LA GENEROSIDAD Y LA CARIDAD con los que nos rodean, es decir, renovarnos procurando SER MEJORES para recibir a Jesús. 


La Iglesia durante las cuatro semanas anteriores a la Navidad y especialmente los domingos dedica la liturgia de la Misa a la contemplación de la primera "llegada" de Cristo a la tierra, de su próxima "llegada" triunfal y la disposición que debemos tener para recibirlo. El color morado de los ornamentos usados en sus celebraciones nos recuerda la ACTITUD DE PENITENCIA Y SACRIFICIO que todos los cristianos debemos tener para prepararnos a tan importante evento.

La familia como Iglesia doméstica procura reunirse para hacer más profunda esta preparación. Algunas familias se unen para Orar en torno a una corona de ramas de hojas perennes sobre la cuál colocan velas que van encendiendo cada domingo (Corona de Adviento). 

En otros lugares se elabora un calendario en el cuál se marcan los días que pasan hasta llegar al día de Navidad. En algunos países, como México, familiares y amigos se reúnen para CELEBRAR LAS POSADAS REZANDO EL ROSARIO, recordando el peregrinar de María y José para llegar a Belén. En todas estas reuniones el sentido de penitencia y sacrificio se enriquece por la esperanza y el espíritu de fraternidad y generosidad que surge de la alegría de que Dios pronto estará con nosotros.

MIS COMPAÑEROS EN LA ESCUELA DE TEOLOGIA.







domingo, 29 de noviembre de 2015

! CANCION A MARIA SANTISIMA.!

¿En verdad amas a María? Todo buen cristiano debería ofrecerle diariamente -además de su vida y su corazón- al menos estas 3 Oraciones:  Bendita sea tu Pureza, y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa Belleza. ¡A ti Celestial Princesa, Virgen Sagrada María! yo te ofrezco en este día: alma, vida y corazón; ¡mirame con compasión, no me dejes Madre mia sin tu santa bendición! Amén.                                                                                               Acuérdate, oh Piadosísima Virgen María, que JAMAS se ha oído decir que NINGUNO de los que han acudido a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, haya sido abandonado de ti. Animado con esta confianza, a tí también acudo, oh Virgen Madre, y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante tu Presencia Soberana; no deseches, oh Purísima y Santísima Madre de Dios mis humildes súplicas, antes bien escuchalas y atiéndelas favorablemente. Amén.                                                                                                             Oh Señora mía, Oh Madre mía: yo me ofrezco del todo a ti, y en prueba de mi filial afecto te consagro en este día: mi cuerpo, mi alma, mi mente, mi espíritu y mi corazón, en una palabra todo mi ser; ya que soy todo tuyo, Madre de bondad, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén. 

LA LITURGIA VIVIDA.

LA LITURGIA VIVIDA.
Este espacio de Internet está dedicado a la liturgia católica, con el objeto de servir de formación en temas litúrgicos a todos los católicos que quieran vivir su fe con profundidad y para ayudar a que la participación en las celebraciones litúrgicas sea cada vez más sentida y vivida. En este tercer artículo dedicado al ministerio del acolitado vemos el servicio al altar.
Dentro de todos los cometidos para los que el acólito está autorizado el más propio y específico es el del servicio al altar. Describimos su ministerio.
En la procesión de entrada participará, llevando como los demás ministros las manos unidas por la palma y el pulgar derecho sobre el izquierdo a la altura del pecho. Tras la reverencia al altar ocupa su sitio en el presbiterio y allí permanece hasta el comienzo de la Liturgia eucarística, salvo que se le reclame para otros servicios.
Al acabar la Oración de los fieles se dirige al altar con el cáliz vacío, el purificador, la patena con el Pan, la hijuela si se usa y el corporal. Si no hay otro llevará las vinajeras y el copón con hostias para ser consagradas si procede.
Extiende el corporal sobre el altar y coloca cerca el cáliz y la patena, pero no los pone sobre el corporal ya que esa acción corresponde al presidente. Tampoco echa el vino y el agua en el cáliz.
Si hubiese procesión con los dones ayudará al sacerdote. Recogerá los objetos que le entregue el sacerdote y los pondrá en el sitio adecuado.
Cuando sea el momento, desde el lado derecho, acerca la vinajera del vino con su mano derecha ofreciendo el asa al sacerdote. La retira con su mano izquierda y acerca la del agua de la misma manera. A continuación se retira al extremo derecho del altar y procede al rito del lavabo, que recordamos no es optativo aunque muy frecuentemente se omita –si hay incensación de las ofrendas esperarán hasta que termine–.
Si hay dos, uno de los acólitos sostiene el aguamanil –jarro con el agua– y la jofaina –vasija para recoger el agua del lavabo– y otro la toalla, llamada manutergio o cornijal. Después se retira a su sitio y ya no interviene más hasta la comunión salvo que sean requerido para otra acción –sostener un micrófono o un libro–. Los acólitos, mientras están sentados, deben tener las manos extendidas sobre las rodillas.Puede tomar el copón del sagrario si se va a usar, haciendo genuflexión, y colocarlo abierto en el altar para que el sacerdote lo coja y asimismo acompañar al sacerdote con la bandeja de comunión mientras la reparte. Si como ministro extraordinario de la comunión tuviese que repartirla lo harán según el rito establecido, o sea, mostrando la hostia a los comulgantes y diciendo “El cuerpo de Cristo”. Al acabar, coloca el copón de nuevo en el sagrario, haciendo genuflexión al terminar.
Tras la comunión y mientras el sacerdote permanece sentado un acólito procederá a doblar el corporal y hacer las abluciones, en la credencia o al acabar la misa. Esta acción no es propia del presidente y debería realizarla siempre el acólito (o diácono). Una vez despejado el altar se retira a su sitio. Inclina la cabeza al recibir la bendición y al terminar la Misa participa en la procesión de salida de igual forma que en la de entrada.

! El Espiritu Santo y Fuego.!

El bautismo del Espiritu Santo:
La palabra Bautizo viene de la palabra griega "baptizo" que significa inmersión. Si la llevamos al termino "bautizo en Espiritu Santo": Es la sumersión o inmersión bajo el poder del Espiritu Santo.
Estar llenos del Espiritu Santo no es lo mismo que estar bajo el poder del Espiritu Santo, podemos leer la palabra de Dios en Lucas 4:1 dice "Jesús lleno del Espiritu Santo, volvio del Jordan, y fue llevado por el Espiritu al desierto".
Jesus fue bautizado en el Jordan en agua y recibio la llenura del Espiritu Santo, Pero ahora noten el regreso de Jesus despues de pasar las tentaciones en el desierto.
Lucas 4:14 "Y Jesús volvio en el poder del Espiritu a Galilea....".                                 Primeros cristianos bautizados en el Espiritu Santo y Fuego
Hechos 2:1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos.
 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.                                                                                                                 Lucas 3:16 "Respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego".
Marcos 1:8 Yo a la verdad os he bautizado con agua; pero él os bautizará con Espíritu Santo.
Pero Jesus mismo les recuerda las palabra de Juan Bautista en (hechos 1:5) a sus discipulos                                                                                                                                 ¿Que diferencia hay entre tener el Espiritu Santo y en ser Bautizado en Espiritu Santo y fuego?
La diferencia es que no han recibido la promesa del Padre, como se los dijo a sus discipulos en Hechos 1:4 "... les mandó que no se fueran de Jerusalen, si no que esperasen la promesa del Padre......", por eso muchos le llaman "Revestimiento del poder de Dios", es un vestido mas fuerte sobre el otro vestido y nos ayuda a tener un ministerio sobrenatural. forma parte de la Armadura de Dios (Efesios 6:10 por los demas hermanos mios fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza, vestidos de toda la armadura de Dios, para que podais estar firmes contra las asechanzas del diablo).                                                                                                                                       ¿Cuales son las señales que se manifiestan al estar recibiendo el Bautismo en Espiritu Santo?
  1. Ser llenos del Espiritu Santo. (Hechos 2:4).
  2. Hablar en otras lenguas (Hechos 2:4, Hechos 10:46, Hechos 19:6).
  3. Magnignificar en lenguas a Dios (Hechos 10:46, Hechos 2:11).
  4. Muchos Profetizan (Hechos 2:18, Hechos 19:6).
Hechos 10:44 Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían el discurso.    Y los fieles de la circuncisión que habían venido con Pedro se quedaron atónitos de que también sobre los gentiles se derramase el don del Espíritu Santo.
(46) Porque los oían que hablaban en lenguas, y que magnificaban a Dios.               ¿Porque tenemos que recibir el Bautismo en El Espiritu Santo y Fuego?
  1. Es la promesa del Padre para todos nosotros (Hecho 1:4).
  2. Es un revestimiento de poder desde lo alto (Hechos 1:8).
  3. Porque hay llenura y manifestacion del Espiritu Santo (Hechos 2:1-4).
  4. Es una de las señales que Cristo dijo que seguirian a su iglesia (Marcos 16:17).
  5. Es una promesa que testificaban los apostoles, para que las demas personas lo recibieran tambien (Hechos 2:33), Hechos 19:1-6), (Hechos 11:15).                               No tener el bautismo del Espiritu Santo no significa "No tener al Espiritu Santo"
    Jesus mismo les dio a recibir el Espiritu a los discipulos antes de Bautizarlos en Espiritu Santo, Lean en Juan 20:22 dice "y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espiritu Santo.".
    Y luego dice en Hechos 1:8 "Pero recibireis poder, cuando halla venido sobre vosotros el Espiritu Santo....... y habiendo dicho estas cosas viendolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le oculto de sus ojos."
    Ahi Jesus ya le habia dado a recibir del Espiritu a los discipulos, pero justo antes de subir al cielo Jesus les dijo que iban a recibir poder cuando halla venido sobre vosotros el Espiritu Santo, Jesus hablaba sobre el bautizo del Espiritu Santo y fuego, porque ya se lo habia prometido en hechos 1:4 dice "Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalen, si no que esperasen la promesa del Padre, la cual les dijo oisteis de mi. (5) Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréreis bautizados con el Espiritu Santo dentro de no muchos dias".                                                                                              ¿Qué impide al creyente recibir el Bautismo en el Espíritu?
    Básicamente nada impide a un creyente nacido de nuevo recibir el Bautismo en el Espíritu. Debería ser el paso subsiguiente a la conversión. Le convertirá en un poderoso testigo de Cristo, y al mismo tiempo será fortalecido para vivir la santidad de la vida Cristiana. Pero hay algunas cosas que impiden al creyente recibir esta poderosa bendición
    1. Incredulidad. La Palabra de Dios dice: (Hebreos 11:6 “Ahora bien, sin fe es imposible agradarle...”). No se puede esperar recibir algo de Dios, a menos que se crea que se va a recibir.
    2. Si simplemente se trata de probar a ver si es cierto o no, en realidad no se está buscando el don de Dios sino el tentar a Dios, y eso es peligroso. (Lucas 4:12 Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios. )
    3. Debe haber una sincera y reverente búsqueda del Bautismo en el Espíritu, y recibirlo con fe y gratitud. Ahora, si no se recibe la Palabra con fe o se cuestionan los textos que nos hablan del Bautismo en el Espíritu ¿cómo espera poder llegar a recibirlo alguna vez? Ciertamente, mientras alguien camine por la incredulidad, nunca podrá recibir cosa alguna de Dios, menos aún el precioso don del Espíritu Santo. Ud. debe creer todo lo que Dios dice en su Palabra, y no sólo lo que a ud. le gusta o parece bien. (Hechos 19:3-6)
    4. Temor. Muchas personas desean el Bautismo en el Espíritu pero están atadas a temores que le impiden recibirlo: uno de esos son: “¿será de Dios?”, “¡no me gusta eso de las lenguas!”, “¿no será cuestión psicológica?”, “¡qué vergüenza!”. Algunos mientras piden, están pensando en sus temores, por eso no lo reciben. El temor no es de Dios, es del diablo. Ud. no puede abrigar al temor y a la fe al mismo tiempo en su corazón. Debe echar fuera de su vida al temor antes de pedir el Bautismo en el Espíritu. (1 Juan 4:18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo.)
    5. Pecado. (Hechos 8:18-24). Simón el Mago quería comprar el don de dar o comunicar el Espíritu. Las Palabras que obtuvo por respuesta del Apóstol Pedro fueron una maldición. La razón es porque su corazón no era recto delante de Dios. Quien así procede, no tiene parte ni herencia en este asunto.
    6. (Mateo.7:7-8 “Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá” ). (Lucas. 11:13 ¡cuánto mas el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!”). 
  6.       

LA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA

El esquema de la celebración eucarística tiene, como Asamblea y reunión que es, un esquema similar al de una reunión de amigos que recibe un anfitrión: se recibe a los que llegan, se habla y escucha, se come en común y se despide al terminar. Así hizo Jesús en la Última Cena ya que reunió a los Apóstoles (rito de apertura), les habló (Palabra), pronunció la bendición, les dio de comer y beber (eucaristía) y salieron hacia el monte de los Olivos (conclusión).
En la Asamblea eucarística se distinguen claramente cuatro partes:
A) LOS RITOS INICIALES: Sirven para recibir a los fieles y son la apertura. Sus objetivos son los de ayudar a formar y sentirse como comunidad y preparar a los fieles a oír y celebrar dignamente la Eucaristía. Estos ritos iniciales son los siguientes:
·         Procesión y canto de entrada: abre festivamente la celebración, fomenta la unión de los fieles y acompaña la procesión.
·         Veneración del altar: como símbolo de Cristo (beso ritual)
·         La señal de la Cruz: evoca nuestra iniciación cristiana y se invoca a la Trinidad.
·         Saludo a la Asamblea: Se establece aquí un diálogo de comunión entre el Presidente y la Asamblea.
·         Monición Inicial: Tiene por objeto explicar e implicar a todos en la celebración. Debe ser breve, incisa y preparada.
·         Acto penitencial: Todos somos pecadores y debemos pedir perdón. Este acto a su vez consta de varias partes:
o       Monición
o       Silencio
o       Confesión general
o       Absolución (que perdona los pecados leves del día).
·         El Kyrie: "Señor, ten piedad". No es penitencial sino que tiene sentido de aclamación a Cristo y petición de misericordia.
·         El himno Gloria: No fue compuesto para la Misa. Entró en la Eucaristía para la fiesta de Navidad y es un himno trinitario de alabanza.
·         La oración Colecta: (colecta=reunir). El sacerdote invita a orar, lee la oración y el pueblo ratifica con un AMEN.
B) LA LITURGIA DE LA PALABRA: Es junto con la eucarística, una de las dos partes esenciales de la Misa. Tiene a su vez varias partes:
·         El anuncio de la Palabra:
o       Introducción a las lecturas (monición)
o       Proclamación de la Palabra (se proclaman tres lecturas los domingos y solemnidades: profeta, apóstol y evangelista). La lectura evangélica es propia del diácono o del sacerdote mientras que las demás lecturas son ministerios propiamente laicales.
o       Aclamación a cada lectura.
o       Homilía
·         La oración: La Iglesia acoge, escucha y acepta la Palabra. Loselementos de la respuesta de los fieles a la proclamación hecha tiene varios elementos:
o       El salmo responsorial (se canta o se recita si no hay salmista)
o       Los silencios
o       El Aleluya (debe cantarse y de no hacerlo se puede omitir)
o       La profesión de fe
o       La plegaria universal o de los fieles. Se llama universal porque se suplica por las necesidades de todos los hombres. Debe poder ser asumida por todo el pueblo cristiano y al menos cuatro de las peticiones deben ser:
§         Por la Iglesia y sus necesidades
§         Por los gobernantes
§         Por los pobres y necesitados
§         Por todos los presentes
C) LA LITURGIA EUCARÍSTICA: Si hasta este momento la Asamblea se ha centrado en la Palabra (ambón), ahora el centro pasa a los dones (altar). Esta liturgia se desarrolla en tres momentos sucesivos, tal como Jesús hizo en la Última Cena, a saber 1. Tomó el pan, el cáliz (preparación de los dones) 2.- Bendijo, dio gracias a Dios (plegaria eucarística) 3.- Partió y dio (rito de comunión) (OGMR 72).
·         Preparación de los dones: Consta a su vez de estos momentos:
o       La procesión de los dones (deben llevarse dones que se queden para el servicio o exorno del altar o bien que sean para los pobres y necesitados)
o       La preparación de los dones
o       La presentación de los dones (Bendito seas, Señor...)
o       El lavabo, que se hará en un lado del altar
o       La oración sobre las ofrendas, que se rubrica por el pueblo con un Amen.
·         Plegaria eucarística: Es el ápice de toda la celebración OGMR 30). En esta parte se llega a la máxima plenitud de expresión la acción de gracias y la alabanza. Se la ha llamado de diversas formas: plegaria eucarística, canon, anáfora. Es una oración de bendición que consta de los siguientes elementos:
o       La acción de gracias del Prefacio
o       La aclamación del Sanctus
o       La epíclesis o invocación al Espíritu Santo
o       El relato de la institución y la consagración
o       La anámnesis o memorial
o       La obligación
o       Las intercesiones
o       La doxología final
·         El rito de comunión: Forma una unidad con la plegaria eucarística, con un esquema lineal. Consta de las siguientes partes:
o       El padrenuestro
o       La paz (algunos liturgistas opinan que debería hacerse junto con el acto penitencial como signo de reconciliación que es)
o       La fracción del pan, que incluye la inmixtión (mezcla) y el Agnus Dei
o       La Comunión, con una preparación previa y oración posterior a la comunión
D) RITO DE CONCLUSIÓN: Tiene como objetivo el unir la celebración con la vida cotidiana. Ahora es el momento de dar los avisos de la comunidad para la semana y las actividades a desarrollar. Se saluda y se acaba con la bendición que puede ser simple o solemne (con tres apartados a los que el pueblo contesta AMEN). Tras el "Podéis ir en paz" la Asamblea se disuelve para ir a sus ocupaciones alabando al Señor.

El papa Francisco llegó a Uganda


El papa Francisco llegó a Uganda y visitó al presidente, en el poder desde 1986 ENTEBBE.- El papa Francisco llegó esta tarde a Uganda, segunda etapa de suprimer viaje a África tras una visita de tres días a Kenya, donde fue recibido por el presidente, Yoweri Museveni, en el poder desde 1986.
El pontífice fue recibido hoy a las 16.10 al aeropuerto de Uganda con cantos y bailes en el aeropuerto de Entebbe, donde lo esperaba una delegación gubernamental y religiosa, encabezada por Museveni.
El veterano presidente ugandés afirmó sentirse "honrado de recibir al papa Francisco", cuya "compasión por los pobres y franqueza de espíritu constituyen un estímulo para todos nosotros".
Más tarde, se dirigió a la residencia oficial de Museveni, donde se encuentra con autoridades y el cuerpo diplomático de Uganda. Por la tarde, visitará Munyonyo, donde saludará a catequistas y profesores.
Tras mantener un breve encuentro con el presidente, el pontífice ensalzó la preocupación "excepcional" de este país por acoger a refugiados "para que puedan reconstruir sus vidas con seguridad y con el sentido de la dignidad que proporciona ganarse el sustento mediante un trabajo honrado".
"Nuestro mundo, atrapado en guerras, violencia y diversas formas de injusticia, es testigo de un movimiento de personas sin precedentes", alertó.
El Papa también aprovechó la ocasión para pedir a los gobiernos que garanticen una "buena y transparente" gestión pública, un desarrollo humano "integral" y una distribución "racional y justa" de los bienes.
Además, recordó la importancia de ofrecer a los jóvenes esperanza, oportunidades de educación, empleo remunerado y la oportunidad de participar plenamente en la vida de la sociedad. "Me gustaría que hablara de la corrupción, que es excesiva en Uganda. Esperemos que nos aporte un cambio político. Tiene que hablar con Museveni. Si un papa se puede retirar, ¿por qué no va a poder hacerlo un presidente?", dijo Agnes Mubuya, de 55 años, sentada en una silla de plástico mientras esperaba al Papa en Entebbe. Al igual que Kenya, Uganda se encuentra amenazada por el grupo jihadista Al-Shabab debido a la presencia de tropas ugandesas en Somalia, por lo que el gran despliegue de seguridad realizado estos días en Nairobi se mantendrá en esta segunda escala del viaje papal.
El Gobierno de Uganda ha decidido desplegar a otros 10.000 agentes en sus calles para garantizar la seguridad de la comitiva papal y de los ciudadanos durante su estancia en el país, hasta el domingo.
Hoy, antes de dejar Kenya, visitó el barrio marginal de Kangemy en Kenya y luego interactuó con jóvenes en el estadio Kasarani. Allí, condenó la corrupción y el terrorismo.
Alrededor del 47% de los ugandeses, es decir más de 17 millones de habitantes, son católicos. Además es uno de los países africanos donde las instituciones sociales de la Iglesia católica son más activas.
El domingo, el papa volará a Bangui, capital de la República Centroafricana, devastada desde 2013 por una guerra civil con tintes religiosos y la etapa más peligrosa de su gira.

jueves, 26 de noviembre de 2015

EL ACÓLITO AL SERVICIO DEL ALTAR

la liturgia
 La liturgia católica, con el objeto de servir de formación en temas litúrgicos a todos los católicos que quieran vivir su fe con profundidad y para ayudar a que la participación en las celebraciones litúrgicas sea cada vez más sentida y vivida. En este tercer artículo dedicado al ministerio del acolitado vemos el servicio al altar.
Dentro de todos los cometidos para los que el acólito está autorizado el más propio y específico es el del servicio al altar. Describimos su ministerio.
En la procesión de entrada participará, llevando como los demás ministros las manos unidas por la palma y el pulgar derecho sobre el izquierdo a la altura del pecho. Tras la reverencia al altar ocupa su sitio en el presbiterio y allí permanece hasta el comienzo de la Liturgia eucarística, salvo que se le reclame para otros servicios.
Al acabar la Oración de los fieles se dirige al altar con el cáliz vacío, el purificador, la patena con el Pan, la hijuela si se usa y el corporal. Si no hay otro llevará las vinajeras y el copón con hostias para ser consagradas si procede.
Extiende el corporal sobre el altar y coloca cerca el cáliz y la patena, pero no los pone sobre el corporal ya que esa acción corresponde al presidente. Tampoco echa el vino y el agua en el cáliz.
Si hubiese procesión con los dones ayudará al sacerdote. Recogerá los objetos que le entregue el sacerdote y los pondrá en el sitio adecuado.
Cuando sea el momento, desde el lado derecho, acerca la vinajera del vino con su mano derecha ofreciendo el asa al sacerdote. La retira con su mano izquierda y acerca la del agua de la misma manera. A continuación se retira al extremo derecho del altar y procede al rito del lavabo, que recordamos no es optativo aunque muy frecuentemente se omita –si hay incensación de las ofrendas esperarán hasta que termine–.
Si hay dos, uno de los acólitos sostiene el aguamanil –jarro con el agua– y la jofaina –vasija para recoger el agua del lavabo– y otro la toalla, llamada manutergio o cornijal. Después se retira a su sitio y ya no interviene más hasta la comunión salvo que sean requerido para otra acción –sostener un micrófono o un libro–. Los acólitos, mientras están sentados, deben tener las manos extendidas sobre las rodillas.
Puede tomar el copón del sagrario si se va a usar, haciendo genuflexión, y colocarlo abierto en el altar para que el sacerdote lo coja y asimismo acompañar al sacerdote con la bandeja de comunión mientras la reparte. Si como ministro extraordinario de la comunión tuviese que repartirla lo harán según el rito establecido, o sea, mostrando la hostia a los comulgantes y diciendo “El cuerpo de Cristo”. Al acabar, coloca el copón de nuevo en el sagrario, haciendo genuflexión al terminar.
Tras la comunión y mientras el sacerdote permanece sentado un acólito procederá a doblar el corporal y hacer las abluciones, en la credencia o al acabar la misa. Esta acción no es propia del presidente y debería realizarla siempre el acólito (o diácono). Una vez despejado el altar se retira a su sitio. Inclina la cabeza al recibir la bendición y al terminar la Misa participa en la procesión de salida de igual forma que en la de entrada.