sábado, 13 de febrero de 2016

¿La masturbación es pecado mortal? Sí ! lo condenan

“Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt 5,8)
Es lamentable que tengamos que hablar de este asunto, sin embargo, debido a que hemos recibido varias consultas sobre esta cuestión, debe ser respondida. Ya que muchos están saliendo del pecado mortal pero creen que ciertas cosas no son pecados, debemos predicar contra esos pecados con alguna especificidad, no sea que las personas perezcan en su ignorancia. Hay como tres lugares en la Biblia donde San Pablo da una lista de algunos de los principales pecados mortales que excluyen a las personas del cielo. Por supuesto, estas listas no incluyen todos los pecados mortales, sino que son algunos de los principales. Ahora bien, muchas personas se preguntan qué es exactamente a lo que se refiere en los siguientes pasajes con respecto al pecado de la ‘inmundicia’ y ‘afeminación’. San Pablo dice que estos pecados excluyen a las personas del reino de Dios. ¿Será acaso que el ‘afeminación’ sea una referencia de actuar como un homosexual? ¿A qué se refiere con ‘inmundicia’? Gálatas 5, 19-21: “Y manifiestas son las obras de la carne, que son: Adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, desenfrenos, y cosas semejantes a estas; de las cuales os denuncio, como también ya os denuncié, que los que hacen tales cosas, no heredarán el reino de Dios”.
1 Corintios 6, 9-11: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os engañéis: Ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los sodomitas, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos de vosotros; mas ya sois lavados, ya sois santificados, ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios”.
Efesios 5, 5-8: “Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o inmundo, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. Nadie os engañe con palabras vanas; porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de desobediencia. No seáis, pues, partícipes con ellos. Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor: Andad como hijos de luz”.
Pues bien, hace tiempo atrás leímos el siguiente punto de Santo Tomás de Aquino. Santo Tomás de Aquino identifica la masturbación con la ‘inmundicia’ y la ‘afeminación’ mencionadas en la Biblia.
Santo Tomás de Aquino, Summa Theologiae, pt. II-II, c. 154, a. 11: “Como dijimos ya antes (a.6  y 9), existe una determinada especie de lujuria en la que hay una razón de torpeza que hace que el acto venéreo sea malo. Esto puede darse bajo un doble aspecto. En primer lugar, porque choca contra la recta razón, como sucede en todo vicio de lujuria. En segundo lugar, porque se opone también al mismo orden natural del acto venéreo apropiado a la especie humana, y entonces se llama ‘vicio contra la naturaleza’. Esto puede suceder de varios modos. Primero, si se procura la polución sin coito carnal, por puro placer, lo cual constituye el pecado de ‘inmundicia’,  al que suele llamarse ‘afeminación’. En segundo lugar, si se realiza el coito con una cosa de distinta especie, lo cual se llama ‘bestialidad’. En tercer lugar, si se realiza el coito con el sexo no debido, sea de varón con varón o de mujer con mujer, como dice el Apóstol en Rom 1, 26-27, y que se llama ‘vicio sodomítico’. En cuarto lugar, cuando no se observa el modo natural de realizar el coito, sea porque se hace con un instrumento no debido o porque se emplean otras formas bestiales y monstruosas antinaturales”.
Por lo tanto, la masturbación no sólo es un pecado mortal, sino que es un pecado mortal identificado en tres distintos lugares en la Sagrada Escritura y quienes los cometen son excluidos reino de Dios. También Santo Tomás lo clasifica como uno de los pecados contra la naturaleza, porque corrompe el orden destinado por Dios. Probablemente esta sea la razón por la que se llame ‘afeminación’. Porque si bien no es la misma abominación de la sodomía, es igualmente desordenada y contra la naturaleza. Creemos que este pecado – siendo que es contrario a la naturaleza y es clasificada como ‘afeminación’ y ‘vicio contra la naturaleza’ – sea la causa por la que algunas personas son entregadas a la lujuria perversa (HOMOSEXUALIDAD).             
Así que las personas que estén cometiendo este pecado deben ponerle un alto inmediato a dicho mal y, cuando estén preparados, hacer una buena confesión. Si las personas tienen problemas serios en esta área, entonces no han llegado al nivel espiritual que es necesario alcanzar. La gracia de Dios está ahí lista para cualquiera, pero necesitan que hacer más oración, rezar mejor, evitar toda ocasión de pecado y ejercer sus voluntades. Necesitan esforzarse más espiritualmente y luego ya no será un problema. Porque los que mueren en tal estado de pecado se irán al infierno para siempre.

1 comentario:

  1. Buenas tardes. Cuando usted cita "Summa Theologiae, pt. II-II, c. 154, a. 11" incurre en un error.

    Mientras que en su blog dice "Primero, si se procura la polución sin coito carnal, por puro placer, lo cual constituye el pecado de inmundicia, al que suele llamarse afeminación", la cita correcta no es esa si no la siguiente: "Primero, si se procura la polución sin coito carnal, por puro placer, lo cual constituye el pecado de inmundicia, al que suele llamarse molicie".

    Mi fuente principal se encuentra en el siguiente enlace, que me he ocupado de contrastar con la fuente física: https://hjg.com.ar/sumat/c/c154.html

    La diferencia está en la última palabra, puesto que molicie no es, ni de lejos, sinónimo de afeminación. En distintos libros penitenciales y manuales de confesor (vease el Manual de Confesión de Martín Pérez del siglo XIII, muy cercano cronologicamente a la Summa Theologiae, y también teologicamente), la molicie o "molliçio" constituye un pecado que se cimenta en el abandono del cuerpo frente placer, pero no se hace ninguna referencia a la sodomía ni a la afeminación. Por dar un ejemplo, cuando se habla de los sueños lujuriosos, también se habla de molicie, puesto que, como bien apunta Tomás de Aquino, resulta en la polución (eyaculación) sin coito carnal. En este caso, no parece referirse de ninguna manera a la afeminación. La edición del libro de Martín Pérez al que me refiero no se encuentra disponible en internet pero si en la biblioteca de mi universidad y podría intentar hacerselo llegar escaneado.

    De nuevo, buenas tardes.

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