sábado, 12 de diciembre de 2015

DOGMA DE LA IGLESIA CATOLICA N..6

 23.- El Papa es infalible siempre que habla ex cátedra.
Concilio Vaticano 1869-1870 Pío IX 1846-1878
Sesión IV 18 Julio 1870.
"...enseñamos y definimos ser dogma divinamente revelado. Que el Romano Pontífice, cuando habla ex cátedra esto es, cuando cumpliendo su cargo de pastor y doctor de todos los cristianos, define por su suprema autoridad apostólica que una doctrina sobre la fe y costumbres debe ser sostenida por la Iglesia universal, por la asistencia divina que le fue prometida en la persona de Pedro, goza de aquella infalibilidad de que el Redentor divino quiso que estuviera provista su Iglesia en la definición sobre materia de fe y costumbres, y por tanto, las definiciones del Obispo de Roma son irreformables por sí mismas y no por razón del consentimiento de la Iglesia." Dz. 1839 Dz. 466-694.
Para comprender este dogma conviene tener presente:
1) SUJETO de la infalibilidad es todo Papa legítimo, en su calidad de sucesor de Pedro, y no otras personas u organismos a quienes el Papa confiere parte de su autoridad magisterial. Ejemplo: congregaciones pontificias.
2) OBJETO de la infalibilidad son las verdades de fe y costumbres, reveladas o en íntima conexión con la revelación divina.
3) CONDICION de la infalibilidad es que el Papa hable EXCATEDRA
a) que hable como pastor y maestro de todos los fieles haciendo uso de su suprema autoridad.
b) que tenga intención de definir alguna doctrina de fe o costumbres para que sea creída por todos los fieles. Las encíclicas pontificias no son definiciones ex cátedra.
4) RAZÓN de la infalibilidad es la asistencia sobrenatural del Espíritu Santo que preserva al supremo maestro de la Iglesia de TODO ERROR.
5) CONSECUENCIA de la infalibilidad es que la definición ex cátedra de los Papas sean por sí mismas irreformables, sin la intervención ulterior de ninguna autoridad.
Sagradas Escrituras:
Mt. 16-18 "a ti te daré las llaves del Reino de ..."
Jn. 21, 15-17 "apacienta mis ovejas".
Lc. 22, 31 "Yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca... confirma a tus hermanos."
Para poder cumplir con la función de mandar eficazmente, es necesario que los Papas gocen de infalibilidad en materia de fe y costumbres.
24.- La Iglesia es infalible cuando define en materia de fe y costumbres
Pío IX 1846-1878 Concilio Vaticano 1869-1870
"el Romano Pontífice cuando habla ex cátedra... posee aquella infalibilidad que el Divino Salvador quiso que estuviera dotada su Iglesia cuando definiera algo en materia de fe y costumbres". Dz. 1839.
El concilio Vaticano, en la definición de la infalibilidad pontificia, presupone la infalibilidad de la Iglesia.
Son contrarios a este dogma, los que al rechazar la jerarquía (Papa) rechazan también el Magisterio autoritativo de la Iglesia.
Sagradas Escrituras:
La razón intrínseca de la infalibilidad de la Iglesia radica en la asistencia del Espíritu Santo, que Cristo prometió a sus apóstoles para desempeño de su misión de enseñar:
Jn. 14,16 "Yo rezaré al Padre, y os daré otro Abogado, que estará con vosotros para siempre, el Espíritu de Verdad."
Cristo exige obediencia absoluta a la fe, y hace depender de esta la salvación eterna:
Mc. 16,16 "El que creyere se salvará...y el que no creyere se condenará."
Lc. 10,16 "El que a nosotros oye a mi me oye; el que a vosotros desprecia a mi me desprecia."
Los apóstoles y sus sucesores (la Iglesia) se hallan libre del peligro de errar al predicar la fe. Dz. 1793-1798.
Los sujetos de la infalibilidad:
1) El Papa
Cuando habla ex cátedra.
2) El episcopado en pleno, con el Papa cabeza del episcopado.
Es infalible cuando, reunido en concilio universal, o disperso por el orbe de la tierra, enseña y propone una verdad de fe o costumbres para que todos los fieles la sostengan.
(Cada obispo en particular no es infalible al anunciar al anunciar la verdad revelada Ej. Nestorio cayó en error y herejía.)
Pero cada obispo, en su diócesis por razón de su cargo, es maestro autorizado de la verdad revelada mientras esté en comunión con la Sede Apostólica y profese la doctrina universal de la Iglesia.
Cristo está presente en el sacramento del altar por transustanciarse toda la sustancia de pan en su cuerpo y toda la sustancia de vino en su sangre.
Julio III 1550-1555 Concilio de Trento 1545-1563.
"Si alguno dijere que en el sacrosanto sacramento de la Eucaristía permanece la sustancia de pan y de vino, juntamente con el cuerpo y la sangre de N.S.J.C., y negare, aquella maravillosa y singular conversión de toda la sustancia del pan en el cuerpo y de toda la sustancia del vino en la sangre, permaneciendo solo las especies de pan y vino; conversión que la Iglesia Católica aptísimamente llama transubstanciación, se anatema." Dz. 884-877.
Transubstanciación = es una conversión en sentido pasivo, es el tránsito de una cosa a otra. Cesan loas sustancias del pan y el vino porque suceden en su lugar el cuerpo y la sangre de Cristo.
La transubstanciación es una conversión milagrosa y singular, distinta de las conversiones naturales. Porque en ella tanto la materia como la forma del pan y del vino es la que se convierte, solo los accidentes permanecen sin cambiar: seguimos viendo el pan y el vino pero substancialmente ya no lo son, porque en ellos está realmente el cuerpo, sangre, alma y divinidad de Cristo.
Sagradas Escrituras:
Mc. 14,22 "tomad este es mi cuerpo..."
Lc. 22,19 "Tomó el pan, dando gracias lo tomó y lo dio a sus discípulos diciendo: Este es mi cuerpo..."
25.- El bautismo es un verdadero sacramento instituído por Jesucristo.
Paulo III 1534-1549 Concilio de Trento 1545-1563.
"Si alguno dijere que los sacramentos de la Nueva Ley no fueron instituidos todos por Jesucristo a saber, bautismo, confirmación, etc. que alguno de estos no es verdadera y propiamente sacramento, sea anatema.
Sagradas Escrituras:
Cristo explica a Nicodemo la esencia y necesidad del bautismo. Jn. 3,5. "El que no nace del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios.
Antes de subir a los cielos ordenó a sus apóstoles que bautizaran a todas las gentes.
Mt. 28,19 "Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra, id, pues, enseñad a todas las gentes, bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo."
San Buenaventura: El bautismo fue instituído en cuanto a su materia, cuando Cristo se hizo bautizar; en cuanto a su forma, cuando el Señor resucitó y nos las dio (Mt. 28,19); en cuanto a su efecto, cuando Jesús padeció, por la pasión de Cristo el bautismo recibe toda su virtud; y a su fin, cuando predijo su necesidad y sus ventajas.
"Respondió Jesús: "En verdad, en verdad te digo: el que no nazca de agua y de Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios." Jn. 3,5.
El bautismo de agua se puede sustituir, en caso de necesidad, por el bautismo de deseo, el de sangre.
26.- La Confirmación es verdadero y propio sacramento
Paulo III 1534-1549 Concilio de Trento 1545-1563
"Si alguno dijere que la Confirmación de los bautizados es ceremonia ociosa y no más bien verdadero y propio sacramento..., sea anatema." Dz. 871.
Dice Sto. Tomás; "Este sacramento concede a los bautizados la fortaleza del Espíritu."
Para que se consoliden interiormente en su vida sobrenatural y confiesen exteriormente con valentía su fe en Jesucristo.
Sagradas Escrituras:
Jesús promete enviar al Espíritu y se cumple el día de Pentecostés.
"Quedaron todos llenos del Espíritu Santo." Hech. 2, 4.
"Pedro y Juan son enviados a Samaria para que recibieran al Espíritu Santo pues aún no había venido sobre ninguno de ellos." Hech. 8, 14.
" E, imponiéndoles Pablo las manos, descendió sobre ellos el Espíritu Santo." Hech. 19,6.
Los apóstoles eran conscientes de que efectuaban un rito sacramental, consistente en la imposición de las manos y la oración, que tenía como efecto la comunicación del Espíritu Santo.
27.- La Iglesia ha recibido de Cristo la potestad de perdonar los pecados cometidos después del Bautismo.
Julio III 1550-1565 Concilio de Trento 1545-63
"...fue comunicada a los apóstoles y a sus legítimos sucesores la potestad de perdonar y de retener los pecados para reconciliar a los fieles caídos después del Bautismo." Con.3 Dz. 894.
Sagradas Escrituras:
Mt. 16, 19 "yo te daré las llaves del reino de los cielos." El poseedor de las llaves del Reino de los cielos tiene la plena potestad para admitir o excluir a cualquiera de este Reino.
Jn. 20,21. "...a quien perdonareis los pecados, les serán perdonados; a quienes se los retuviereis, les serán retenidos." Así como Jesús había perdonado los pecados durante su vida terrena, Mt. 9, 2; Mc. 2,5; Lc. 5,20; así también ahora hace partícipe a sus apóstoles de ese poder de perdonar.
Las palabras de Jesucristo se refieren al perdón real de los pecados por el sacramento de la penitencia. Dz. 913.
El poder de perdonar no fue concedido a los apóstoles como carisma personal sino a la Iglesia como institución permanente, para pasarlo a los sucesores de los apóstoles.
28.- La confesión sacramental de los pecados esta prescrita por Derecho Divino y es necesaria para la salvación.
Julio III 1550-1555 Concilio de Trento 1545-63.
"Si alguno difiere que la confesión sacramental o que no fue instituida o no es necesaria para la salvación por derecho Divino; o difiere que el modo de confesarse secretamente con solo el sacerdote, que la Iglesia Católica observó siempre desde el principio y sigue observando, es ajeno a la institución y mandato de Cristo, y una intervención humana, sea anatema." Dz. 916.
Los reformadores, negaron que la confesión particular de los pecados fuera de institución Divina y necesaria para la salvación.
Sagradas Escrituras:
No se expresa directamente la institución Divina de la confesión particular pero sí se deduce: la potestad para retener o perdonar no se puede ejercer debidamente si el que posee tal poder no conoce la culpa y la disposición del penitente. Para ello es necesario que el penitente se acuse.
El Papa León Magno contra los abusos de la confesión pública declaró:
"basta indicar la culpa de la conciencia a solas los sacerdotes mediante una confesión secreta." Dz. 145.
29.-La Eucaristía es verdadero sacramento instituído por Cristo.
Paulo 111 1534-1549 Concilio de Trento 1545-1563.
"Si alguno dijere que los sacramentos de la nueva Ley no fueron instituidos todos por Jesucristo, que son siete: bautismo, Eucaristía... y que alguno de estos no es verdadero y propiamente sacramento, sea anatema."
Sagradas Escrituras:
El hecho de que Cristo instituyó la Eucaristía se ve en sus palabras:
"Haced esto en memoria mía..." Luc. 22,19.
En ella se cumplen todas las notas esenciales de la definición de sacramento:
La materia ----- el pan y el vino.
La forma ------- las palabras de la consagración.
La gracia interna ------ indicada y producida por el signo es la unión con Cristo y la vida eterna:
1.- "Quien come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él." Jn. 6,56.
2.- "El que come mi carne y bebe mi sangre tiene la vida eterna." Jn. 6,54.
30.- La Unción de los enfermos es verdadero y propio sacramento instituído por Cristo.
Julio III 1550-1555 Concilio de Trento 1545-1563.
"Si alguno dijere que la extremaunción no es verdadera y propiamente sacramento instituído por Cristo nuestro Señor y promulgado por el bienaventurado Santiago Apóstol, sino sólo un rito aceptado por los Padres, o una invención humana, sea anatema. Dz. 926.
Pío X condenó la sentencia modernista que pretende que el apóstol Santiago pretendió en su carta recomendar una práctica piadosa. Dz. 2048.
Sagradas Escrituras.
Mc. 6,13 "expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban."
Santiago 5, 14 "¿Está alguno enfermo entre nosotros ungiéndole con óleo en nombre del Señor..."
Este pasaje expresa las notas esenciales del sacramento.
1) Signo exterior de la gracia: óleo (materia oración de los presbíteros (forma).
2) Efecto interior de la gracia expresado en el perdón de los pecados.
3) La institución por Cristo: "en el nombre del Señor" por encargo y autoridad del Señor." cf. 5.10.
31.- El Orden es un verdadero y propio sacramento instituído por Cristo.
Pío IV 1559-1565 Concilio de Trento 1545-1563.
"Si alguno dijere que en el Nuevo Testamento no existe un sacerdocio visibles y externo, o que no se da potestad alguna de consagrar y ofrecer el verdadero cuerpo y sangre del Señor y de perdonar los pecados, sino solo el deber y mero ministerio de predicar el Evangelio...sea anatema" Dz. 961.
Como se ve existe en la Iglesia un sacerdocio visible y externo.
"Si alguno dijere que en la Iglesia católica no existe una jerarquía, instituida por ordenación Divina, que consta de obispos, presbíteros y ministros, sea anatema." Dz. 966.
Y una jerarquía instituida por ordenación Divina.
Sagradas Escrituras.
Hech. 6, 6 "Los cuales (7 varones) fueron presentados a los apóstoles, quienes orando les impusieron las manos." Institución de los diáconos.
Hech. 14, 22 "Les constituyeron presbíteros en cada Iglesia por la imposición de las manos."
32.- Sacramentalidad del matrimonio.
"EL MATRIMONIO ES VERDADERO Y PROPIO SACRAMENTO INSTITUIDO POR CRISTO".
Concilio de Trento 1545-1563 Pío IV 1559-1565.
"Si alguno dijere que el matrimonio no es verdadera y propiamente uno de los siete sacramentos de la Ley del Evangelio, e instituído por Cristo Señor, sino inventado por los hombres en la Iglesia, y que no confiere la gracia, sea anatema." Dz. 971
Sagradas Escrituras:
Mt. 19,6. "así, pues, ya no son dos, sino una sola carne."
Gen. 2, 23. "Por lo cual, abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se juntará a su mujer y serán dos en una sola carne."
Mc. 10,9. "Lo que Dios unió el hombre no lo separe."
Ef. 5,32. "Este sacramento grande es, pero en Cristo y en la Iglesia."
El matrimonio, como institución natural es de origen divino. Dios creó a los hombres varón y hembra (Gen. 1,27) y depositó en la misma naturaleza humana el instinto de procreación. Dios bendijo a la primera pareja y les mandó que se multiplicaran "procread y multiplicaos y henchid la tierra. (Gen. 1,28).
Cristo restauró el matrimonio instituído y bendecido por Dios haciendo que recobrase su primitivo ideal de unidad e indisolubilidad y elevándolo a la dignidad de sacramento.
Dogmas Marianos
LA MATERNIDAD DIVINA
El dogma de la Maternidad Divina se refiere a que la Virgen María es verdadera Madre de Dios. Fue solemnemente definido por el Concilio de Efeso (año 431). Tiempo después, fue proclamado por otros Concilios universales, el de Calcedonia y los de Constantinopla.
El Concilio de Efeso, del año 431, siendo Papa San Clementino I (422-432) definió:
"Si alguno no confesare que el Emmanuel (Cristo) es verdaderamente Dios, y que por tanto, la Santísima Virgen es Madre de Dios, porque parió según la carne al Verbo de Dios hecho carne, sea anatema."
El Concilio Vaticano II hace referencia del dogma así:
"Desde los tiempos más antiguos, la Bienaventurada Virgen es honrada con el título de Madre de Dios, a cuyo amparo los fieles acuden con sus súplicas en todos sus peligros y necesidades" (Constitución Dogmática Lumen Gentium, 66)

LA PERPETUA VIRGINIDAD
El dogma de la Perpetua Virginidad se refiere a que María fue Virgen antes, durante y perpetuamente después del parto.
"Ella es la Virgen que concebirá y dará a luz un Hijo cuyo nombre será Emanuel" (Cf. Is., 7, 14; Miq., 5, 2-3; Mt., 1, 22-23) (Const. Dogmática Lumen Gentium, 55 - Concilio Vaticano II).
"La profundización de la fe en la maternidad virginal ha llevado a la Iglesia a confesar la virginidad real y perpetua de María incluso en el parto del Hijo de Dios hecho hombre. En efecto, el nacimiento de Cristo "lejos de disminuir consagró la integridad virginal" de su madre. La liturgia de la Iglesia celebra a María como la 'Aeiparthenos', la 'siempre-virgen'." (499 - catecismo de la Iglesia Católica).

LA INMACULADA CONCEPCIÓN
El Dogma de la Inmaculada Concepción establece que María fue concebida sin mancha de pecado original. El dogma fue proclamado por el Papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1854, en la Bula Ineffabilis Deus.
"Declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que sostiene que la Santísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, fue por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente en previsión de los méritos de Cristo Jesús, Salvador del genero humano, preservada inmune de toda mancha de culpa original, ha sido revelada por Dios, por tanto, debe ser firme y constantemente creída por todos los fieles."
El Dogma de la Asunción
El dogma de la Asunción se refiere a que la Madre de Dios, luego de su vida terrena fue elevada en cuerpo y alma a la gloria celestial.
Este Dogma fue proclamado por el Papa Pío XII, el 1º de noviembre de 1950, en la Constitución Munificentisimus Deus:
"Después de elevar a Dios muchas y reiteradas preces y de invocar la luz del Espíritu de la Verdad, para gloria de Dios omnipotente, que otorgó a la Virgen María su peculiar benevolencia; para honor de su Hijo, Rey inmortal de los siglos y vencedor del pecado y de la muerte; para aumentar la gloria de la misma augusta Madre y para gozo y alegría de toda la Iglesia, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo, de los bienaventurados apóstoles Pedro y Pablo y con la nuestra, pronunciamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado que La Inmaculada Madre de Dios y siempre Virgen María, terminado el curso de su vida terrenal, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria del cielo".
Ahora bien, ¿por qué es importante que los católicos recordemos y profundicemos en el Dogma de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo? El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica responde a este interrogante:
"La Asunción de la Santísima Virgen constituye una participación singular en la Resurrección de su Hijo y una anticipación de la resurrección de los demás cristianos" (#966).
La importancia de la Asunción para nosotros, hombres y mujeres de comienzos del Tercer Milenio de la Era Cristiana, radica en la relación que hay entre la Resurrección de Cristo y la nuestra. La presencia de María, mujer de nuestra raza, ser humano como nosotros, quien se halla en cuerpo y alma ya glorificada en el Cielo, es eso: una anticipación de nuestra propia resurrección.
Más aún, la Asunción de María en cuerpo y alma al cielo es un Dogma de nuestra fe católica, expresamente definido por el Papa Pío XII hablando "ex-cathedra". Y ... ¿qué es un Dogma? Puesto en los términos más sencillos, Dogma es una verdad de Fe, revelada por Dios (en la Sagrada Escritura o contenida en la Tradición), y que además es propuesta por la Iglesia como realmente revelada por Dios.
En este caso se dice que el Papa habla "ex-cathedra", es decir, que habla y determina algo en virtud de la autoridad suprema que tiene como Vicario de Cristo y Cabeza Visible de la Iglesia, Maestro Supremo de la Fe, con intención de proponer un asunto como creencia obligatoria de los fieles Católicos.
El Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica (#966) nos lo explica así, citando a Lumen Gentium 59, que a la vez cita la Bula de la Proclamación del Dogma: "Finalmente, la Virgen Inmaculada, preservada libre de toda mancha de pecado original, terminado el curso de su vida en la tierra, fue llevada a la gloria del Cielo y elevada al Trono del Señor como Reina del Universo, para ser conformada más plenamente a su Hijo, Señor de los señores y vencedor del pecado y de la muerte".
Y el Papa Juan Pablo II, en una de sus Catequesis sobre la Asunción, explica esto mismo en los siguientes términos:
"El dogma de la Asunción afirma que el cuerpo de María fue glorificado después de su muerte. En efecto, mientras para los demás hombres la resurrección de los cuerpos tendrá lugar al fin del mundo, para María la glorificación de su cuerpo se anticipó por singular privilegio" (JP II, 2-julio-97).
"Contemplando el misterio de la Asunción de la Virgen, es posible comprender el plan de la Providencia Divina con respecto a la humanidad: después de Cristo, Verbo encarnado, María es la primera criatura humana que realiza el ideal escatológico, anticipando la plenitud de la felicidad, prometida a los elegidos mediante la resurrección de los cuerpos" (JP II , Audiencia General del 9-julio-97).
Continúa el Papa: "María Santísima nos muestra el destino final de quienes `oyen la Palabra de Dios y la cumplen' (Lc. 11, 28). Nos estimula a elevar nuestra mirada a las alturas, donde se encuentra Cristo, sentado a la derecha del Padre, y donde está también la humilde esclava de Nazaret, ya en la gloria celestial" (JP II, 15-agosto-97)
Los hombres y mujeres de hoy vivimos pendientes del enigma de la muerte. Aunque lo enfoquemos de diversas formas, según la cultura y las creencias que tengamos, aunque lo evadamos en nuestro pensamiento, aunque tratemos de prolongar por todos los medios a nuestro alcance nuestros días en la tierra, todos tenemos una necesidad grande de esa esperanza cierta de inmortalidad contenida en la promesa de Cristo sobre nuestra futura resurrección.
Mucho bien haría a muchos cristianos oír y leer más sobre este misterio de la Asunción de María, el cual nos atañe tan directamente. ¿Por qué se ha logrado colar la creencia en el mito pagano de la re-encarnación entre nosotros? Si pensamos bien, estas ideas extrañas a nuestra fe cristiana se han ido metiendo en la medida que hemos dejado de pensar, de predicar y de recordar los misterios, que como el de la Asunción, tienen que ver con la otra vida, con la escatología, con las realidades últimas del ser humano.
El misterio de la Asunción de la Santísima Virgen María al Cielo nos invita a hacer una pausa en la agitada vida que llevamos para reflexionar sobre el sentido de nuestra vida aquí en la tierra, sobre nuestro fin último: la Vida Eterna, junto con la Santísima Trinidad, la Santísima Virgen María y los Angeles y Santos del Cielo. El saber que María ya está en el Cielo gloriosa en cuerpo y alma, como se nos ha prometido a aquéllos que hagamos la Voluntad de Dios, nos renueva la esperanza en nuestra futura inmortalidad y felicidad perfecta para siempre.

La escatología del individuo
1.- La Muerte.
Origen de la Muerte.
La muerte, en el actual orden de salvación, es consecuencia primitiva del pecado.
Paulo III 1534-1549 Concilio de Trento 1545-1563.
"Si alguno no confiesa que el primer hombre Adán, al transgredir el mandamiento de Dios en el paraíso, perdió inmediatamente la santidad y justicia en que había sido constituido e incurrió por la ofensa...en la muerte con que Dios antes le había amenazado...que toda la persona de Adán fue mudada en peor; se anatema
Aunque el hombre sea mortal por naturaleza, ya que su ser está compuesto de partes distintas, por revelación sabemos que Dios dotó al hombre, en el paraíso, del don preternatural de la inmortalidad corporal. Más por castigo, al quebrantar el mandato Divino es condenado a morir.
Sagradas Escrituras:
Gen. 2,17 Ya Adán había sido amenazado: "El día que de él comieres morirás..."
Rom. 5,12 "Por un hombre entró el pecado al mundo, y por el pecado la muerte..."
2.- El Cielo
LAS ALMAS DE LOS JUSTOS QUE EN EL INSTANTE DE LA MUERTE SE HALLAN LIBRES DE TODA CULPA Y PENA DE PECADO ENTRAN EN EL CIELO.
Benedicto XII 1334-1342 Constitución Benedictus Deus
29 Enero 1336.
"Por esta constitución que ha de valer para siempre y por autoridad apostólica definimos...que según la común ordenación de Dios, las almas completamente purificadas entran en el cielo y contemplan inmediatamente la esencia Divina, viéndola cara a cara, pues dicha Divina esencia se les manifiesta inmediata y abiertamente, de manera clara y sin velos; y las almas, en virtud de esa visión y ese gozo, son verdaderamente dichosas y tienen vida eterna y eterno descanso." Dz. 530.
Símbolo apostólico del siglo V Dz. 6 y 9.
"Creo en la vida eterna".
Sagradas Escrituras:
Jesús representa la felicidad del cielo bajo la imagen de un banquete de bodas: "Mientras iban a comprarlo, llegó el novio, y las que estaban preparadas entraron con él al banquete de boda, y se cerró la puerta." Mt. 25,10.
La condición para alcanzar la vida eterna es conocer a Dios y a Cristo: "Esta es la vida eterna que te conozcan a Ti, único Dios verdadero, y a tu enviado Jesucristo." Jn. 17,3.
"Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios." Mt. 5, 8.
"Ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni vino a la mente del hombre lo que Dios ha preparado para los que le aman."
1 Cor. 2, 9.
La vida eterna consiste en la visión de Dios. "Seremos semejantes a El porque le veremos tal cual es." 1 Jn. 5, 13.
Los actos que integran la felicidad celestial son de entendimiento, (éste por un don sobrenatural "lumen gloriae" es capacitado para el acto de la visión de Dios. (Ps. 35, 10; Apoc.22,5) de amor y de gozo.
3.- El Infierno.
Las almas de los que mueren en estado de pecado mortal van al infierno.
Benedicto XII 1334-1342 Const. Benedictus Deus 29-I-1336.
"Según la común ordenación de Dios, las almas de los que mueren en pecado mortal, inmediatamente después de la muerte, bajan al infierno, donde son atormentados con suplicios infernales." Dz. 531.
El infierno es un lugar y estado de eterna desdicha en que se hallan las almas de los réprobos.
Niegan la existencia del infierno los que no creen en la inmortalidad personal. (materialismo).
Sagradas Escrituras:
Jesús amenaza con el castigo del infierno:
"Si, pues, tu ojo derecho te es ocasión de pecado, sácatelo y arrójalo de ti, más te conviene que se pierda uno de tus miembros, que no todo tu cuerpo sea arrojado a la gehena." Mt. 5, 29.
"Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; temed más bien a Aquel que puede llevar a la perdición alma y cuerpo en la gehena." Mt. 10, 28.
"¡Hay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que recorréis mar y tierra para hacer un prosélito y cuando llega a serlo, y, cuando llega a serlo, le hacéis hijo de condenación el doble que vosotros!." Mt. 23, 15.
Fuego eterno:
"Entonces dirá también a los de su izquierda: "Apartaos de mi, malditos, al fuego eterno preparado para el Diablo y sus ángeles." Mt. 25, 41.
Suplicio eterno:
"E irán estos a un castigo eterno, y los justos a una vida eterna." Mt. 25,46.
San Pablo en 2 Tes.1, 9. "Serán castigados a eterna ruina, lejos de la faz del Señor y de la gloria de su poder."
San Justino, funda el castigo del infierno en la idea de la JUSTICIA DIVINA la cual no puede dejar impune a los transgresores de la ley.
4.- El Purgatorio
LAS ALMAS DE LOS JUSTOS QUE EN EL INSTANTE DE LA MUERTE ESTAN GRAVADAS POR PECADOS VENIALES O POR PENAS TEMPORALES DEBIDAS POR EL PECADO VAN AL PURGATORIO.
Purgatorio = lugar de purificación.
Gregorio X 1271-1276. II Concilio de Lyon, 1274.
"Las almas que partieron de este mundo en caridad con Dios, con verdadero arrepentimiento de sus pecados, antes de haber satisfecho con verdaderos frutos de penitencia por sus pecados de obra y omisión, son purificados después de la muerte con las penas del purgatorio." Dz. 464.
Sagradas Escrituras:
Enseñan indirectamente la existencia del purgatorio concediendo la posibilidad de la purificación en la vida futura.
Los judíos oraron por los caídos a quienes se les habían encontrado objetos consagrados a los ídolos, a fin de que el Señor perdonara sus pecados.
"Por eso mandó hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado." 2 Mac. 12, 46.
"Quien hablare contra el Espíritu Santo no será perdonado ni en este siglo ni en el venidero."
Para San Gregorio Magno esta frase indica que las culpas se pueden perdonar en este mundo y también en el futuro.
La existencia del purgatorio se prueba especulativamente por la santidad y justicia de Dios. Esta exige que sólo las almas completamente purificadas sean exhibidas en el cielo; su justicia reclama que se paguen los erratos de pena todavía pendientes, y por otra parte, y por otra parte, prohibe que las almas unidas en caridad con Dios sean arrojadas al infierno. Por eso se admite un estado intermedio que purifique y de duración limitada.
5.- Fin del mundo
AL FIN DEL MUNDO, CRISTO, RODEADO DE MAJESTAD, VENDRA DE NUEVO PARA JUZGAR A LOS HOMBRES.
San Dámaso 366-384 1er. concilio de Constantinopla, 381.
"Símbolo Niceno-Constantinopla."
"... y otra vez ha de venir con gloria a juzgar a los vivos y a los muertos;..." Dz. 86.
Sagradas Escrituras:
Jesús predijo muchas veces su segunda venida (Parusía).
"porque el Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno según su conducta." Mt. 16,27.
"Porque quien se avergüence de mi y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora , también el Hijo del hombre se avergonzará de el cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles." Mc. 8,38. Lc. 9,26.
"El Hijo del hombre ha de venir en la gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras." Mt. 24,30. cf. Dan. 7,13.
"El fin de la segunda venida será resucitar a los muertos y dar a cada uno su merecido." 2 Tes. 1,8.
"Por eso debemos ser hallados "irreprensibles" 1 Cor.1,8. 1 Tes. 3, 13.

Señales precursoras de la segunda venida:
1.- Predicación del Evangelio por todo el mundo.
"Se proclamará esta Buena Nueva del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones. Y entonces vendrá el fin. " Mt. 24,14.
"Y es preciso que antes sea proclamada la Buena Nueva a todas las naciones." Mc. 13,10.
2.- La conversión de los judíos.
"Pues no quiero que ignoréis, hermanos, este misterio, no sea que presumáis de sabios, el endurecimiento parcial que sobrevino a Israel, durará hasta que entre la totalidad de los gentiles y así todo Israel será salvo, como dice la Escritura: Vendrá de Sión el Libertador; alejará de Jacob las impiedades. Y esta será mi Alianza con ellos, cuando haya borrado sus pecados...." Rom.11,25-27. (totalidad moral).
3.- La apostasía de la fe.
"Jesús les respondió: "Mirad que no os engañe nadie. Porque vendrán muchos usurpando mi nombre y diciendo: "Yo soy el Cristo", y engañarán a muchos." Mat. 24,4. (falsos profetas).
"Que nadie os engañe de ninguna manera.
Primero tiene que venir la apostasía y manifestarse el Hombre impío, el Hijo de perdición, el Adversario que se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios o es objeto de culto hasta el extremo de sentarse él mismo en el Santuario de Dios y proclamar que él mismo es Dios." 2 Tes. 2, 3. (Apostasía de la fe cristiana).
4.- La aparición del Anticristo.
"Antes de la apostasía, se manifestará el hombre de iniquidad... 2Tes. 2,3. Persona determinada que será instrumento de Satán.
5.- Grandes calamidades.
Ingentes calamidades o catástrofes naturales serán el preludio de la venida del Señor.
"Inmediatamente después de la tribulación de aquellos días el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, y las fuerzas de los cielos serán sacudidas." Mt. 24, 29. cf. Is. 13, 10. "Cuando las estrellas del cielo y la constelación de Orión no alumbren ya, esté oscurecido el sol en su salida y no brille la luz de la luna."
6.- Todos los muertos resucitaran con sus cuerpos en el ultimo día
Símbolo "Quicumque" llamado también: Atanasiano.
De hecho, éste símbolo alcanzó tanta autoridad en la Iglesia, occidental como orienta, que entró en el uso litúrgico y ha de tenerse por verdadera definición de fe.
"...Es, pues, la fe recta que creemos y confesamos que... y a su venida todos los hombres han de resucitar con sus cuerpos..." Dz. 40.
El símbolo apostólico confiesa: "Creo... en la resurrección de la carne".
Sagradas Escrituras:
Jesús ,contesta a los saduceos:" en la resurrección ni se casarán ni se darán en casamiento, sino que serán como ángeles." Mt. 22, 29.
"y saldrán los que han obrado el bien para la resurrección de la vida, y los que han obrado mal para la resurrección del juicio." Mt. 5, 29
"A los que creen en Jesús y comen su sangre y beben su sangre El les promete la resurrección." Jn. 6, 39
"Yo soy la resurrección y la vida." Jn. 11, 25.
La razón iluminada por la fe prueba la conveniencia de la resurrección:
1.- por la perfección de la redención obrada por Cristo.
2.- por la semejanza que tienen con Cristo los miembros de su cuerpo místico.
3.- el cuerpo humano santificado por la Gracia, especialmente por la Eucaristía.
7.- El Juicio Universal.
CRISTO DESPUES DE SU RETORNO,JUZGARÁ A TODOS LOS HOMBRES.
Símbolo "Quicumque".
Es, pues, la fe recta que creemos y confesamos que...desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos..."
Sagradas Escrituras:
Jesús toma a menudo como motivo de su predicación el día del juicio:
"por eso os digo que el día del Juicio habrá menos rigor para Tiro y Sidón que para vosotros." Mt. 11, 22.
"El Hijo del hombre ha de venir en loa gloria de su Padre, con sus ángeles, y entonces dará a cada uno según sus obras." Mt. 16, 27.
"Jesucristo ha sido instituído por Dios juez de vivos y muertos." Hechos 10, 42.

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