lunes, 13 de agosto de 2018

LOS 3 MAYORES ENEMIGOS DE UN CRISTIANO

Son tres los enemigos que un fiel cristiano deberá luchar hasta el fin de su Vida, pero con la ayuda del Espíritu Santo, la victoria será total. El primer es un enemigo INTERIOR, y los otros dos son enemigos EXTERIORES. Ahora, veamos que cosas son estas que amenazan a nuestra fe:
1 – LA CARNE
Una de las consecuencias de la caída del hombre en pecado es que este se volvió carnal (o sea, un ser pecaminoso – Génesis 5:1,3 y 6:3). La Biblia llama de carne a la parte pecaminosa del hombre, a la naturaleza humana contaminada con el pecado. Es el conjunto de todos instintos humanos corrompidos. Una inclinación heredada para lo malo, lo sucio y lo prohibido. El cristiano debe vigilarse, pues siempre habrá un conflicto entre su consciencia y las voluntades carnales – Romanos 7:7-25. Hasta la muerte nos tocará convivir con eso (1 Corintios 15:42, 53-54), pero es posible dominar a la carne con el poder del Espíritu Santo (Romanos cap.8) y librarse del poder del pecado. Las Obras de la carne (Gálatas 5:19) están divididas en 4 partes:
1 – Relacionadas con la sexualidad: La sexualidad es algo natural y bueno en el ser humano creado por Dios, sin embargo, con el pecado de Adam, lo que era natural y bueno se volvió contaminado. Por eso, surgió la Prostitución, Impureza, Lascivia, y otras suciedades sexuales.
2 – Relacionadas con la espiritualidad: El hombre es un ser “religioso” que posee desde la Creación la tendencia de buscar y relacionarse con lo Divino. Después de la Caída, los seres humanos también distorsionaron esta necesidad pura. Nacía la idolatría, hechicería, las falsas religiones y derivados.
3 – Relacionadas con el prójimo: El hombre no fue creado para vivir solo, él necesita de alguien más, de amistad, de amor ajeno. Pero con la naturaleza contaminada, el hombre se vuelve un ser egoísta y lleno de sentimientos malignos contra su prójimo, como: Enemistades, celos, envidias, pleitos, odio…
4 – Relacionadas con uno mismo: El hombre perdió el amor propio y transmitió eso genéticamente a sus descendentes. Ahora, sin el control divino somos seres viciosos y descontrolados. Somos esclavos de pasiones y sentimientos de un corazón corrupto.
Además, la carnalidad humana también provoca: Conflicto con la Voluntad de Dios (Gálatas 5:17, Romanos 8:7); es la fuente del pecado (Jeremias 17:9, Marcos 7:21-23); desvío constante de Dios (Jeremias 8:4-5); disgusto por el sacrificio y oración (Mateo 16:21-23 y –26:39-41); siempre quiere jalarnos a lo prohibido (Romanos 7:5-8, 14-25).
El peligro de vivir en la carne: (Gálatas 5:21; Romanos 8:6-8; 1 Corintios 15:50).
CÓMO VENCER A LA CARNE:
1- Una constante vida llena del Espíritu Santo (Gálatas 5:16; Efesios 5:18);
2- Mortificar a las obras de la carne (Romanos 8:13; 1 Corintios 9:27; Gálatas 5:24; Colosenses 3:5);
2.1 – Cortar todo alimento carnal (Romanos 13:14) y
2.2 – Abortar todo impulso de la carne (Génesis 4:7; Mateo 16:23; Santiago 1:13-15);
2.3 – La práctica de oración y abstinencias (ayunos).
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2 – EL MUNDO
El mundo se refiere a la sociedad en que vivimos. Es el ambiente que ya estaba armado cuando nacimos. A esto se incluye el tipo de vida, las ideas, voluntades, opiniones, propósitos, creencias, cultura, modismos, y todo lo que moldea a la gente contemporánea.
El mundo siempre fue un sistema de valores contra Dios y Cristo (1 Juan 4:3-5) que odia a Jesús y a sus discípulos, pero, ama a los que son suyos y a los hijos de María (!!!) (vea Juan 15:18-19 y Juan 7:5-7).
Dios creó al mundo “bueno” (Génesis 1:31); y lo amó sobremanera (Juan 3:16); dió su autoridad al ser humano (Génesis 1:26-31, Salmos 115:16); que al obedecer a la antigua serpiente (Apocalipsis 12:9 y 20:2); entregó el dominio de este mundo a satanás – Lucas 4:6. Por ahora, el mundo está bajo el maligno, el príncipe del mundo – 1 Juan 5:19, Juan 14:30. Sin embargo, en el reino Milenario de Cristo (Apocalipsis 20) eso cambiará. Este mundo llegará al fin (2 Pedro 3:10,12; Mateo 28:20; Mateo 24:35; Isaías 34:4). Y Dios creará nuevos cielos y nueva tierra (Apocalipsis 21).
La Biblia ordena a: Salvarnos de esta “perversa generación” (Hechos 2:40). No asociarnos con incrédulos, sino separarnos de ellos (2 Corintios 6:14-18). No oírlos (1 Juan 4:5-6). Nuestra involucración es apenas para intentar salvar a algunos (1 Corintios 9:22; Marcos 2:17-17).
Los que aman a este mundo: No son de Dios (1 Juan 2:15); son Sus enemigos (Santiago 4:4-5); son controlados consciente o inconscientemente por demonios (Efesios 2:2; 2 Corintios 4:4).
Otras Referencias: Romanos 1:18-32; Juan 17:14-16; Juan 14:27; Juan 16:33; 2 Corintios 4:17; 1 Juan 5:4-5; Juan 1:10, 14:17; 1 Juan 2:15-17
CÓMO VENCER AL MUNDO:
1) Tener una firme personalidad para no seguir a la mayoría (Éxodo 23:2) y para no se moldear a la mentalidad de este mundo (Romanos 12:2).
2) Tener de hecho un encuentro con Dios (1 Juan 5:4).
3) Considerarse totalmente muerto para el mundo y viceversa (Gálatas 6:14).
4) Congregar (Hebreos 10:25).
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3 – EL DIABLO
Dijo Cristo: “Yo veía a satanás caer del cielo como un rayo”
Dios no creó al diablo, Dios creó a un ángel querubín que (con su libre albedrío) se rebeló y fue expulso del cielo con la tercia parte de los ángeles rebeldes (Lucas 10:18; Isaías 14:12-20; Ezequiel 28:11-19; Apocalipsis 12:4, 7-9). Ya no hay perdón al diablo y su fin será en el “lago de fuego” con todos aquellos que lo obedecen (Colosenses 1:20; Ezequiel 28:19; Mateo 25:41; Apocalipsis 20:10,15). En este mundo ellos forman a un ejército organizado (Mateo 12:25-26; Efesios 6:12) y, debido a que el hombre le dio de su autoridad sobre la Tierra, este se ha vuelto el “dios de este siglo” y de todos los que no aceptan al Gobierno de Dios, controlándolos consciente o inconscientemente (2 Corintios 4:4; Efesios 2:2; Lucas 4:5-6; Juan 14:30).
Su actuación contra la raza humana es de 3 maneras:
Tentación: La tentación es un ataque contra los que son de Dios (Lucas 4:1-13). El diablo se aprovecha de las debilidades del hombre para provocarlo a pecar contra Dios y separarse de Él. Jesús nos advierte a velar y orar para “no entrar en tentación” (Mateo 26:41), pues cuando eso acontece, se vuelve como una obsesión mental para el pecado.
Opresión: Es la influencia externa de los demonios sobre una persona. Es lo que pasa a uno al ser controlado mentalmente por el mal. Es ser cegado en su entendimiento y intelecto. A este grado, la víctima ya está endemoniada (Hechos 10:38).
Posesión: Es la habitación de uno a más espíritus dentro de una persona. En este caso, los demonios ya la controlan físicamente, emocionalmente y espiritualmente. El endemoniado pasará a expresar la personalidad de sus espíritus poseedores y estará debilitado de su libertad de elección (Mateos 12:43-45 y Marcos 5:9).
Como vencer el diabo:
Personas víctimas de espíritus malos necesitan tratamiento adecuado
1) Pasar por un proceso de liberación espiritual.
2) Entregarse a Cristo totalmente (Lucas 24:25; 1 Samuel 7:3; 1 Reyes 18:21).
3) Cerrar las “brechas” por donde satanás entra (Efesios 4:27; Cánticos 2:15).
4) Armarse de la Palabra de Dios contra las dudas y sus asechanzas (Mateo 4:1-11; Santiago 4:7).

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