sábado, 11 de junio de 2016

! TEOLOGIA BIBLICA.!


Como ya probablemente sabe usted, las Biblias Católicas tienen 73 libros, 46 en el Antiguo Testamento, y 27 en el Nuevo Testamento. Las Biblias Protestantes tienen 66 libros con solo 39 en el Antiguo Testamento. Los libros faltantes en las Biblias Protestantes son: Tobías, Judit, Baruc, Sabiduría, Sirac, 1 y 2 Macabeos, y partes de Ester y Daniel. Son llamados los "Deuterocanónicos" por los Católicos y "Apócrifos" por los Protestantes. Martín Lutero, sin ninguna autoridad de cualquier forma, removió esos siete libros y los puso en un apéndice durante la reforma, en donde permanecieron hasta el año de 1826, después del cual fueron removidos totalmente.                                                             Al rededor de los años 90-95 a. de C., algunas décadas después del principio de la cristianidad, los Judíos llamaron a un concilio para discutir este tema. En este concilio, llamado el "Concilio de Jamnia*", los Judíos fariseos que sobrevivieron la devastadora destrucción de Jerusalén y de su templo en el 70 d. de C., decidieron remover los libros que ayudaban a los Cristianos. Ellos removieron los siete libros, usando varias razones como su "autorización" para hacerlo.                                                                                                                                                                                                          Era la Biblia de los de lengua griega, de los fieles de Berea en Hech. 17:10-15 a los cuales los Protestantes les gusta citar para tratar de "probar" la hecha por ellos, doctrina falsa de "Sola Scriptura".
Algunos no Católicos demandan que los siete libros no fueron agregados a la Septuaginta hasta el siglo cuarto. Si eso fuera cierto, ¿cómo el Concilio de Jamnia los removió en el primer siglo si no hubieran estado allí?                                                                                             Por las acciones de los reformadores Protestantes de acuerdo con los 39 libros del Antiguo Testamento, los cuales fueron declarados como la Escritura total por los Judíos fariseos de Jamnia, los Protestantes la han hecho equivalente para obtener la aprobación de los Judíos Fariseos quienes rechazaron a Jesucristo y persiguieron a la Iglesia.    Al hacer esto, han demostrado que ellos creen que los Judíos tienen mas autoridad en decidir el Canon de las Sagradas Escrituras que la que tiene la Iglesia Cristiana fundada por el mismo Cristo, que por el tiempo del Concilio de Jamnia, ya había existido por 60 años aproximadamente. Rechazar la autoridad de la Iglesia de Cristo, es rechazarlo a El, en aquel tiempo al igual que en el nuestro.                                                                                                                                                        Los Cristianos continuaron usando la Septuaginta con todos sus libros **, ignorando las decisiones del concilio Judío. 1450 años después, Martín Lutero, de su propia iniciativa y sin ninguna autoridad, removió esos siete libros, diciendo que la decisión de ese concilio Judío era su "autoridad" para hacerlo. En este punto, estoy forzado a preguntar, si los Judíos llaman a un concilio el mes próximo, con el deseo explícito de remover el libro de Isaías porque apoya en Isaías 7:14 la maternidad de la siempre Virgen, y el de Jeremías, por varias razones que apoyan las creencias cristianas, y lo hicieran.                                                                                                                                                                                                       Durante los primeros 300 años del Cristianismo, no había una Biblia como la conocemos hoy. Los Cristianos tenían la Septuaginta del Antiguo Testamento, y literalmente cientos de otros libros de los cuales escoger.
La Iglesia Católica tempranamente notó que tendría que decidir cuales de estos libros eran inspirados y cuales no lo eran. Los calurosos debates emergieron entre teólogos, obispos, y padres de la Iglesia durante muchos años para decidir cuales libros fueron inspirados y cuales no. Mientras tanto, varios Concilios de la Iglesia o Sínodos fueron convenidos para tratar dicho asunto, notablemente, Roma en 382, Hipona en 393 y Cartago en 397 y 419.                                                                                                                                                De cualquier forma LA OPINION PRIVADA DE UNA PERSONA NO CAMBIA PARA NADA LA VERDAD. Siempre existen tres lados en una historia, este lado, aquel lado y el lado de la verdad. En todo caso, si la posición de San Jerónimo o la posición de San Agustín era la correcta, tuvo que haber sido estipulado por un tercero, y este tercero fue la Iglesia Católica.
Ahora la historia tuvo un cambio dramático cuando el Papa vino a solucionar el caso. En concurrencia con la opinión de San Agustín, y siendo incitado por el Espíritu Santo, el Papa San Dámaso I en el Concilio de Roma en el 382, expidió un decreto apropiadamente llamado, "El Decreto de Dámaso", en el cual hizo un listado de los libros canónicos del Antiguo y Nuevo Testamentos. Entonces le pidió a San Jerónimo utilizar este canon y escribir una nueva traducción de la Biblia que incluyera un Antiguo Testamento de 46 libros los cuales estaban todos en la Septuaginta, y el Nuevo Testamento con sus 27 libros.                                                                                               ROMA HABLO, Y EL ARGUMENTO QUEDO ESTABLECIDO.
"LA IGLESIA RECONOCIO SU IMAGEN EN LOS LIBROS INSPIRADOS DE LA BIBLIA. ES ASI COMO SE DETERMINO EL CANON DE LA ESCRITURA." Fr. Ken Baker
El Tiro Decisivo ha Sido Descargado.
San Jerónimo cumplió obedientemente (Hebr. 13:17) y empezó la traducción terminándola en el 404 d. de C. En 405, su nueva Vulgata* en Latín fue publicada por primera vez.
*La palabra vulgata significa, "el lenguaje común del pueblo, o del vernáculo".
Decreto del Papa San Dámaso I
CONCILIO ROMANO, 382
Del canon de la sagrada Escritura
[Del mismo decreto y de las actas del mismo Concilio de Roma]
Asimismo se dijo: Ahora hay que tratar de las Escrituras divinas, qué es lo que ha de recibir la universal Iglesia Católica y qué debe evitar.
Empieza la relación del Antiguo Testamento: un libro del Génesis, un libro del Exodo, un libro del Levítico, un libro de los Números, un libro del Deuteronomio, un libro de los Jueces, un libro de Rut, cuatro libros de los Reyes, dos libros de los Paralipóntenos, un libro de ciento cincuenta Salmos, tres libros de Salomón: un libro de Proverbios, un libro de Eclesiastés, un libro del Cantar de los Cantares; igualmente un libro de la Sabiduría, un libro del Eclesiástico.
Sigue la relación de los profetas: un libro de Isaías, un libro de Jeremías, con Cinoth, es decir, sus lamentaciones, un libro de Ezequiel, un libro de Daniel, un libro de Oseas, un libro de Amós, un libro de Miqueas, un libro de Joel, un libro deAbdías, un libro de Jonás, un libro de Naún, un libro de Abacuc, un libro de Sofonías, un libro de Agéo, un libro de Zacarías, un libro de Malaquías.
Sigue la relación de las historias: un libro de Job, un libro de Tobías, dos libros de Esdras, un libro de Ester, un libro de Judit, dos libros de los Macabeos.
Sigue la relación de las Escrituras del Nuevo Testamento que recibe la Santa Iglesia Católica: un libro de los Evangelios según Mateo, un libro según Marcos, un libro según Lucas, un libro según Juan.
Epístolas de Pablo Apóstol, en número de catorce: una a los Romanos, dos a los Corintios, una a los Efesios, dos a los Tesalonicenses, una a los Gálatas, una a los Filipenses, una a los Colosenses, dos a Timoteo, una a Tito, una a Filemón,una a los Hebreos.
Asimismo un libro del Apocalipsis de Juan y un libro de Hechos de los Apóstoles.
Asimismo las Epístolas canónicas, en número de siete: dos Epístolas de Pedro Apóstol, una Epístola de Santiago Apóstol, una Epístola de Juan Apóstol, dos Epístolas de otro Juan, presbítero, y una Epístola de Judas Zelotes Apóstol.                                                                   El Tercer Concilio de Cártago reafirmó nuevamente el Canon establecido por el Papa Dámaso I.
III CONCILIO DE CARTAGO, 397
Del canon de la S. Escritura
Can. 36 (ó 47). "[Se acordó] que, fuera de las Escrituras canónicas, nada se lea en la Iglesia bajo el nombre de Escrituras divinas, Ahora bien, las Escrituras canónicas son: Génesis, Exodo, Levítico, Números, Deuteronomio, Jesús Navé, Jueces, Rut, cuatro libros de los Reyes, dos libros de los Paralipómenos, Job, Psalterio de David, cinco libros de Salomón,(Proverbios, Eclesiastés, Cantar de los Cantares, Sabiduría, Sirac), doce libros de los profetas, Isaías, Jeremías, Daniel, Ezequiel, Tobías, Judit, Ester, dos libros de Esdras, dos libros de los Macabeos".                                               Canon XXIV. (Griego xxvii)
"Que fuera de las Escrituras canónicas, nada se lea en la Iglesia bajo el nombre de Escrituras divinas.                                                DESARROLLO DEL CANON DE EL NUEVO TESTAMENTO:
Años 51-125 d.de C.
Los libros del Nuevo Testamento son escritos, pero durante este mismo período otros escritos de los primeros Cristianos son producidos por ejemplo, Didache (70 d.de C.), 1 Clemente (96 d.de C.), la Epístola de Barnabás (100 d. de C.), y las 7 cartas de San Ignacio de Antioquía (107d. de C.).
140 d. de C.
Marcion un hombre de negocios en Roma, penso que había dos Dioses:
Yahvé, el Dios cruel del Antiguo Testamento y el Padre bueno del Nuevo Testamento. Marcion elimino el Antiguo Testamento como Escritura, puesto que era antisemítico, guardó del Nuevo Testamento solo 10 cartas de Pablo y 2/3 del evangelio de Lucas (eliminó referencias al judaísmo de Jesús). El "Nuevo Testamento" de Marcion, el primero en ser recopilado, forzó a la iglesia de aquel tiempo a decidir sobre la parte más importante del canon: los cuatro Evangelios y las cartas de Pablo.
200 d. de C.
La delimitación del canon aun no es determinada. De acuerdo a una lista recopilada en Roma durante este tiempo (el canon moratorio), el Nuevo Testamento consiste de 4 evangelios; Hechos; 13 cartas de Pablo (Hebreos no esta incluida); 3 de 7 Epístolas generales (1-2 Juan y Judas); y también el Apocalipsis de Pedro.

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